Hoy pienso que cuando hablamos de dificultades casi siempre tiene que ver con nuevos retos que no queremos afrontar porque es más fácil permanecer en nuestro sitio de confort, pero, la vida o la existencia significativa siempre nos ofrecerá barreras que buscan despertar la conciencia, ya que una vida con valor es la que se afronta conscientemente, por ello ser seguidor o estar inmerso en la multitud es fácil, continuar con lo conocido es más apetecible y promocionado; si lo anterior conlleva sufrimiento no importa porque es acostumbrado y fácil.
Toda dificultad es un aviso es un despertador que nos hace el llamado a existir plenamente, a estar alerta; es un llamado a vivir no a sobrevivir y aquí hay una gran diferencia; éste es el gran postulado que nos acerca al planteamiento de lo que sugiere el título de este escrito, sufres las dificultades y las sobrevives o las afrontas con todo tu ser y construyes a través de ellas un sentido cada vez más pleno y consciente de existencia.
Las dificultades hay que verlas como retos, pero en especial como oportunidades de crecimiento, las dificultades son el juego que nos ha planteado la existencia, en el que la vida intenta despertarnos a la consciencia y a la vivencia plena, a la permanencia con sentido al pleno disfrute de estar y ser en este hermoso planeta cósmico. En contraposición al sentido de sociedad que promueve todo lo contrario con normas y “formas de ser”, creadas para afianzar el adormecimiento de la consciencia generando dificultades inexistentes.
Imaginemos a un bebé comenzando su locomoción desde gatear, caminar y llegar a correr, saltar, girar, hacerse entender antes de adquirir un idioma preestablecido etc., es una travesía llena de obstáculos repleta de dificultades. Un bebé soluciona todo esto gracias a su gran capacidad de asombro a su sentido de curiosidad a su resiliencia para mantener su capacidad de observación analítica, en la ausencia de deseo, en la ausencia de deber ser o demostrar, no hay crítica y menos autocrítica, sólo una comunión con lo que es, con la existencia, un gran sentido de curiosidad activa que construye pensamiento (comprensión de ser la vida misma, parte de un todo, pero a la vez individuo), sentimiento (descubrimiento de las emociones) y desarrollo físico (confianza de interactuar con éste entorno material) un gran sentido de comunión con la existencia desde la individualidad.
Si estás leyendo estas líneas indica que superaste esa gran cantidad de dificultades, desde estas grandes habilidades innatas; no te acuerdas, pero lo hiciste, de igual forma superaste el sentido de adaptación a éste nuevo y desconocido entorno al que llegaste, pero subyace en nuestro desarrollo la dificultad que al ser descubierta, resuelve todas las dificultades y es que nos obligaron y nos siguen obligando con métodos cada vez más sofisticados a aceptar los diversos patrones de conducta que dicta la sociedad cuyo fin último es aniquilar esa gran capacidad de asombro y sentido de curiosidad propios de los recién llegados a la existencia.
Si puedes leer entre líneas encontrarás en lo anterior una respuesta sencilla, de cómo afrontar las dificultades, pero no tan sencilla de aplicar porque requiere mucha valentía, autonomía, confianza y laboriosidad, las cuales han sido minadas por la costumbre y la adaptación obligada a un sistema socio-artificial construido que impera por todos los rincones invadiendo pensamientos, sentimientos y acciones que creemos al final que son propias.
En palabras sencillas, pero que encierran una gran y profunda insinuación, se puede decir que es necesario descorrer el velo social que está entre nuestra consciencia y nuestra existencia, es necesario acallar la interferencia desplegada a través de la crianza y la educación formal y social, es necesario recorrer de nuevo el camino con profundo amor y paciencia para ir desmontando “creencias y mitos, normas y leyes, costumbre e ideas” que se confunden con verdades. Es necesario descubrir ese infante que fuimos pero que seguimos siendo para poder asombrarnos de nuevo, poder ser curiosos legítimos y alcanzar un sentido de plenitud, para lograr ser conscientes.
En fin, de cuentas es una invitación a sobrepasar la decisión de enfrentar y remover todo aquello que nos han dicho y que no nos dio la posibilidad de preguntar el por qué y sopesar su valía o verdad, es una invitación a subirse al barco de la más bella aventura que nos lleva al descubrimiento de nosotros mismos ¿Qué somos? ¿Quiénes somos?, te lo has preguntado, ¿Por qué estamos aquí ahora?, ¿Para qué estamos? …..
Elucubraciones sin sentido o con sentido, no sé, tu dime o dite a ti……
Sobre William Eduardo Mosquera Urrutia
Lic. En Educación Física Universidad Pedagógica Nacional
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