Saturday, July 12Revista digital ISSN 2744-8754

Influencia de la transformación industrial en la educación

 

Dicen que estamos en la 4ª Revolución Industrial; suelen llamarla 4.0, y no sé bien por qué.

Durante la primera, los obreros trabajaban interminables jornadas; también los niños; incluso mujeres embarazadas. Triste historia para unos avances técnicos que olvidaron que la jornada de 40 horas semanales se estableciera por primera vez en la historia del mundo en 1593, de mano de Felipe II, para los trabajos de las fábricas y fortificaciones. Poco tiempo después, el mismo rey establecería 35 horas para los mineros; fue la llamada Ilustración liberal la causante del deterioro de las condiciones de los trabajadores; lo que se dio en llamar, y con mucha razón, explotación laboral.

 

La segunda Revolución Industrial se caracterizó por la automatización de las máquinas; a la tercera la llamaron era de la información y a la actual, a la 4.0: era de la digitalización.

Las nuevas técnicas demandaron obreros especializados; así nacieron las Escuelas de Artes y Oficios, a las que asistían los hijos de las clases menos pudientes. Estos centros educativos ofrecían una instrucción preferentemente práctica: las ciencias aplicadas a la técnica. El aprendizaje del dibujo industrial, las herramientas manuales, junto a la aritmética eran los cimientos de aquellos oficios nacidos de la necesidad de las fábricas. La Revolución 3.0 trajo consigo la computadora. Los diseños ya no se hacían en tableros enormes, a golpes de compás, escuadra y cartabón; las cuadradas pantallas verticales de cada escritorio los sustituyeron, y los programadores, junto a los técnicos informáticos, se enseñoreaban en el podio de las nuevas profesiones. Uno de los paradigmas educativos de la era de la información fue, sin lugar a dudas, el aprendizaje del inglés. La colonización del mundo anglosajón, encabezado por EE.UU., convenció, primero, a las élites de nuestros países y, después, a las clases trabajadoras, que sin el inglés el mundo sería un lugar más inhóspito; este comportamiento fue catalogado, no sin cierta gracia, de “cosmocatetismo” por algunos intelectuales de rebeldía inteligente.

La 4ª Revolución en la que estamos -según afirma el jefe del Foro de Davos y del Foro Económico Mundial, Klaus Swap- no sólo implantará la inteligencia artificial, el Internet de las cosas o la realidad aumentada, es decir, el Metaverso, donde nos podremos relacionar con nuestros avatares, sino que pondrá el foco en dos habilidades: De un lado, el conocimiento del inglés será una pérdida de tiempo -ahora explicaré la razón- y, de otro, el conocimiento profundo de la lengua española será absolutamente imprescindible -también explicaré el por qué-

En el futuro cercano desaparecerán miles de lenguas. Recordemos que los idiomas son mucho más que instrumentos de comunicación. En primer lugar, son tecnologías, y éstas desaparecen cuando nacen otras que las hacen obsoletas. La alfarería idiomática podrá permanecer como afición, como reliquia; nada más. Hoy en día solamente dos idiomas están debidamente posicionados en la rampa de salida en la era de la Inteligencia Artificial (IA): El español y el inglés. Por razones evidentes, el chino-mandarín ocupará plaza, formando una tríada. Únicamente tres idiomas se consideran megalenguas: español, inglés y chino-mandarín.

Hoy, ya existen audífonos con traducción simultánea mediante IA; gracias a ellos, diferentes personas podrán comunicarse dialogando en su lengua materna. Las grandes tecnológicas buscan expertos lingüistas para sus departamentos de desarrollo. Todas están a la caza de este tipo de profesionales en lengua española. El conocimiento profundo del español será imprescindible por dos motivos: Uno, por las posibilidades laborables que supondrá. Dos, porque la forma de vencer a la IA es con la creatividad humana; pero el pensamiento creativo se basa en una lengua. Nadie piensa en blanco. Todos pensamos con palabras. No olvidemos que el lenguaje es una tecnología. Cuanto mejor conozcamos su sintaxis, el significado preciso de las palabras, sus declinaciones verbales, sus sinónimos y antónimos, las implicaciones de la PNL, etc; ese lenguaje-tecnología será más capaz de concretar su creatividad en cosas útiles y de valor. Uno de los dilemas claves será qué hablantes dominarán mejor su propio idioma: ¿los angloparlantes o los hispanohablantes? No olvidemos que el dominio del lenguaje “de andar por casa” ya lo tendrá la IA, por tanto, las megalenguas competirán entre ellas y, a la vez, contra la IA. Si la IA en español está tan bien posicionada en esta carrera es debido a la magnífica labor que realizan las Academias de la lengua de nuestros respectivos países. Hacen una labor sorda, pero descomunal. Trabajan con seriedad y muy coordinadas; sin alaracas, sin fatuidad; alcanzando una eficiencia extraordinaria. Si los hispanohablantes tomáramos ejemplo de lo bien que trabajan nuestros académicos de la lengua y trasladáramos esta seriedad y compromiso por el bien común a otros sectores, el mundo hispano sería una potencia en lo que se propusiera.

Los padres deben poner énfasis en que sus hijos sean unos verdaderos orfebres en el manejo de nuestro idioma; es clave para su futuro. Seguramente les tocará insistir a los profesores y a los colegios sobre este asunto; sencillamente, porque las autoridades gubernativas andan demasiado desorientadas en otros asuntos. La lengua, en cuanto tecnología, será el conocimiento clave en un futuro inmediato hípertecnologizado. El pasaporte al futuro de la 4ª Revolución Industrial es y será: el idioma español. Es hora de abandonar los complejos y sacarle partido a esta inmensa oportunidad.

Sobre Marcelino Lastra Muñiz

Presidente de Puertas Abiertas al Mundo Hispano
mlastramuniz@hotmail.com
Puertas Abiertas al Mundo Hispano -PAMH- y Conocimundo colaboran conjuntamente en favor de una educación veraz y de calidad.
Licenciado en Derecho.
Máster en Dirección y Administración de Empresas
Diplomado en Dirección Comercial y Márketing
Autor de cuentos infantiles
Articulista (Cerca de 400 artículos de historia, filosofía, geopolitica..)
En la actualidad, terminando un ensayo dirigido a los jóvenes.
Compositor de un musical dedicado a la Hispanidad; de la Oda a Blas de Lezo y del Himno a la Reunificación.
El trabajo me llevó a conocer casi todos los países hispanos y parte de EEUU, lo que me hizo entender la importancia de la Hispanidad y los juegos poco claros de la geopolítica; es decir: Todo es geopolitica y sus reglas dependen más del poder que de las leyes.

Profundamente hispanista: Miembro de Héroes de Cavite, Reunificacionistas en Acción Y presidente de Puertas Abiertas al Mundo Hispano -PAMH-
Tres sentencias me acompañan siempre:
Nada de lo humano me es ajeno.
Bien, verdad y belleza.
Y el mundo no es suficiente

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