Saturday, July 12Revista digital ISSN 2744-8754

Nuestro aprendizaje como adultos

Se vale soñar. Educar y aprender están muy relacionadas, como actividades del ser humano, pero tienen grandes diferencias. Educar se relaciona con la superestructura de la sociedad, del estado, de la civilización o de la etnia en que se desarrolla el ser humano. Un sistema educativo que es un conjunto de instituciones, recursos y procesos destinados a transmitir información y habilidades a los educandos. Su funcionamiento de un proceso de aprendizaje.

El proceso de aprendizaje también varía con la cultura, la sociedad y la familia, ante todo depende de cómo lo asuma cada individuo. El proceso de aprendizaje tiene muchas características metodológicas y se adaptan al tema o materia específica que se desea aprender. El aprendizaje permite el desarrollo de habilidades para manejar datos, información, herramientas, procesos o simplemente para plasmar en resultados nuestra creatividad. Garantizar su efectividad requiere del gusto o placer, de la satisfacción de quien aprende con esa actividad y con los resultados que logra. En toda actividad de aprendizaje es esencial ese placer, si no lo hay todo quedara simplemente convertido en una imposición; la cual se rechaza fácil y rápidamente; de otra forma al poco tiempo habremos olvidado lo aprendido. Ese aprendizaje será, tan solo, una forma de “matar” el tiempo.

El proceso de aprender tiene muchas aristas y se incrementan por la necesidad de ajustarse a las formas y metodologías utilizadas por los sistemas educativos de cada país o cultura, esto complica la integración de los estudiantes y con las dificultades en su uso, muchos abandonan la de educación formal. Sí, abandonamos los procesos de aprendizaje, huimos de ellos y acabamos realizando muchas actividades de aprendizaje como formas de matar el tiempo, es decir actividades mecánicas conducentes a nada.

El proceso de aprendizaje en la sociedad actual, se convirtió en una imposición de contenidos y habilidades requeridas para satisfacer las necesidades de dicha sociedad y/o de la familia. Aun como adultos, cualquier decisión en este aspecto es influenciada por el sistema educativo que nos formó. Parámetros de la educación en casa, de la cultura de la sociedad y de la etnia en que nacimos más la influencia, ahora, del ambiente que nos rodea y nos abruma con información y exigencias, a través de redes y medios de comunicación masiva que nos exponen a la influencia de otras etnias y estilos de vida.

Es cien por ciento posible aprender en cualquier momento de nuestro ciclo de vida, incluso en los extremos de nuestra primera infancia o como adultos mayores. Como niños y como adolescentes poco podemos hacer para enfocarnos en aprender lo que nos gusta o nos interesa, estaremos siempre aceptando lo que el sistema educativo nos coloca como temas o alternativas de aprendizaje. Luego como adultos y en algunos casos como adolescentes ya podemos empezar a sesgar ese aprendizaje hacia nuestros propios intereses, exponiéndonos a entrar en conflicto con el sistema educativo.

Como adultos podemos igualmente retomar aquello que nos interesaba en los primeros años, o nuevas actividades profesionales por gustos que se han mantenido latentes como pequeñas actividades recreativas o alternativas para manejo del estrés y de los tiempos de ocio. Abundan ejemplos de personas de tercera edad en aulas universitarias y normalmente ejerciendo una nueva actividad profesional.

Definitivamente todos podemos aprender en cualquier etapa de nuestra vida, entonces ¿por qué lo que abunda es ver gente decepcionada de no haberlo podido hacer?, La gente no entiende las razones y acaba convertida en potencial víctima de los gurús que ofrecen las soluciones mágicas de formación y aprendizaje. Por todo lo expuesto se puede concluir que el proceso de aprendizaje siempre es individual, y lo será por la cantidad de influencias que traemos del pasado y que vivimos cundo deseamos aprender.

Necesitamos un sistema y cada sistema se adapta, según el resultado específico que deseamos alcanzar. Por tanto, es necesario seleccionar o diseñar nuestro propio sistema de aprendizaje. Se requiere que analicemos los requerimientos de los cuatro elementos, que constituyen cualquier sistema de trabajo humano.

Primero requerimos de un conjunto de equipos o herramientas a utilizar. Segundo debemos contar con un paquete de “materias primas” a utilizar; usualmente, en sistemas de aprendizaje, información. Tercero, una serie de procedimientos o métodos de trabajo. Cuarto actores o ejecutores que procesen esas materias primas que tenemos a disposición con las herramientas o equipos disponibles y obtengan los resultados.

Entonces primero: La selección de las herramientas o equipos de aprendizaje depende de la materia, arte o profesión que deseamos aprender, adaptada a nuestra principal forma de aprender, Visual, Verbal, Lógica, Auditiva, Social (observando e imitando los comportamientos en nuestro entorno), Intrapersonal (según nuestras capacidades y limitaciones en los diferentes tipos de inteligencia), Físico (habilidades y destrezas manuales o físicas) y Naturalista (contemplativo, observando la naturaleza). Esto se traducirá en selección de libros y bibliotecas, o bases de datos en internet, salidas de campo, equipos reproductores de imagen y/o de sonido, etc.

Segundo: La materia o información requerida dependerá del tema o habilidad que vamos a aprender y de nuestros conocimientos previos en la materia. Se deberá traducir en un pénsum o plan de formación.

Tercero: Los procedimientos a seguir deberán tomar en cuenta las herramientas que utilizaremos la materia prima que procesaremos y nuevamente nuestras formas de aprendizaje.

Cuarto: El actor de ese aprendizaje siempre somos nosotros y nuestras características específicas en cuanto a capacidades en los diferentes tipos de inteligencia.

Una vez definidos los elementos de nuestro sistema y que iniciemos el proceso de aprendizaje debemos estar atentos a cualquier cambio, en uno de los elementos y volver a analizar los cambios que implica en los otros para asegurar que el resultado final seguirá siendo el mismo buscado inicialmente.

Este aprendizaje será más productivo y llenador, para el crecimiento personal, cuando responde a un proceso de crecimiento o desarrollo natural del individuo y esto se dará siempre que responda a satisfacer sus necesidades de crecimiento físico y espiritual en el momento en que lo acomete.

El aprendizaje deberá empezar por la escogencia o el diseño de un sistema de aprendizaje, escogencia cuando nos vinculamos a la infraestructura educativa tradicional o al diseño cuando deseamos hacer procesos de autoformación.

En conclusión, hoy en día, podemos aprender lo que queramos y cuando lo queramos, el único requisito es adoptar un sistema de aprendizaje específico para cada uno de nosotros.

Sobre Rubén Darío Maffiold Dáger

Ingeniero Químico, nacido en Barrancabermeja. Desde joven funge como poeta y escribe versos y alguno que otro perdido cuento. Criado, educado y madurado en Bogotá, disfruta de una familia conformada por su esposa y tres hijos. Reside actualmente en San Gil. Desde allí ha remozado la osadía de escribir, y, con el placer de disfrutar la declamación, y la lectura de poesía con el Colectivo de Poetas Guanentá. Recientemente publico en conjunto con otros cuatro poetas del colectivo, el poemario “Acordes Poéticos” a través del cual también buscan promover el arte de pintar
con palabras en particular y por la lectura en general.

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