Saturday, July 12Revista digital ISSN 2744-8754

SOS MARIOLA un proyecto APS con cinco urgentes servicios

Antes que nada, hay que destacar que la promoción protagonista del proyecto está formada por un alumnado proveniente de largos confinamientos, con un escaso o nulo arraigo a la naturaleza, con un elevado nivel de sedentarismo y con muchas horas de nuevas tecnologías. Niños con un gran desconocimiento del mundo rural que no podían llegar a entender que hubiera familias vulnerables que ni siquiera podían permitirse tener aceite de oliva en su alimentación diaria. SOS Mariola resultó un trabajo educativo tan necesario para el alumnado como para solucionar los problemas detectados.

Después de realizar muchas actividades de aula, se descubrió que el parque natural de la Sierra de Mariola estaba lleno de basura. Mediante la realización de un trabajo cooperativo, los alumnos diseñaron sobre papel la hoja de ruta para solucionar el problema: Recorrer a pie y limpiar, nada más y nada menos que 122 km del parque natural mediante cinco excursiones, las cuales se aprovecharon para vivir rutas literarias muy variadas. Costó mucho esfuerzo, pero, según indican en su portfolio evaluativo, están muy orgullosos y coinciden en que el sacrificio valió la pena.

Fue en una de estas salidas al corazón del parque, la más emocionante porque era la primera con pernoctación después de la pandemia, donde descubrieron el segundo problema: La campana antigua del santuario de Agres estaba rota. En la asamblea nocturna de esa excursión se diseñó el “manos a la obra” para solucionar una dificultad aparentemente imposible de alcanzar y que pasaba por recaudar 5.900 euros. Euro a euro, como un gran ejército de hormigas, se consiguió la cantidad vertebrando una campaña económica donde se vendió material solidario (imanes, bolis y vasos), y con ella el ambicioso objetivo de sustituir la campana.

Un tiempo más tarde, después de recibir en el aula la visita del presidente de Cáritas de Bañeres de Mariola, el alumnado se percató que el economato de esta población necesitaba aceite de oliva para las familias más vulnerables. Para ello, por primera vez en sus vidas, acudieron directos al campo para hacer aceitunas y descubrieron así la dura vida de los jornaleros aceituneros. Una vez recolectadas, aprendieron el procedimiento completo para elaborar aceite cien por cien ecológico. Al final, se consiguieron entregar 140 litros de este producto tan necesario para tener una dieta más equilibrada. Esta actividad también permitió a toda la promoción descubrir y enamorarse del poeta Miguel Hernández. De hecho, el alumnado memorizó y recitó “Andaluces de Jaén” por la Pasarela de las Urracas disfrazados de agricultores andaluces desfilando por una pasarela improvisada con las mesas del aula; todo un ejemplo de voluntad y superación.

Y, por último, se solucionó también el problema de la consanguinidad del último rebaño de ovejas valencianas de la Sierra de Mariola, raza autóctona valenciana que se encuentra en peligro de extinción, perteneciente al amigo Jesús, el último pastor del parque. Para ello, se le regalaron dos machos de un pastor otro pueblo. Mientras tanto, se realizó otra excursión para pastorear las ovejas y aprendieron de primera mano cómo es el oficio que también tuvo Miguel Hernández. Pero, por desgracia, los problemas seguían apareciendo. Y es que, con la despoblación de las masías del parque natural, el alumnado descubrió que la raza de la gallina alicantina se había extinguido por completo de la Mariola y prácticamente en toda la provincia de Alicante. Para luchar contra la extinción, se instaló en la clase una incubadora donde llegaron a nacer 12 pollitos. Dos de ellos fallecieron y los otros diez pasaron a vivir en el gallinero del colegio, que se convirtió en centro reproductor.

Por todo lo expuesto, resulta evidente que a nivel personal el alumnado ha mejorado y se ha empoderado socialmente. Pero, los más tradicionales se preguntarán si en clase aprendieron y cumplieron con la ley de educación de turno. Pues esa es la base de la, para mí, filosofía del aprendizaje-servicio: llevar lo trabajado en clase, lo que la ley nos obliga, a la sociedad en forma de servicio para solucionar los problemas detectados. Por ello, hay que destacar que se hicieron disecciones de carnicería para aprender los aparatos de los mamíferos y se conectó el circulatorio con una donación de sangre organizada en la ciudad. Se trabajó el cuaderno de campo para entender la clasificación de los seres vivos mediante ejercicios y actividades como mapas mentales, murales, exposiciones y esquemas de vídeos. Se conoció y estudió con profundidad a la oveja valenciana, la gallina alicantina y otras especies. Aprendieron como era la vida en las masías mediante un Puzle de Aronson (cooperativo formal) donde se aprendieron las herramientas, la vestimenta, las costumbres y los trabajos de sus habitantes. Y, en un emocionante viaje imaginario a la Edad Media, conocieron diferentes obras de arte, entre las cuales estaban las campanas y practicaron el casi desaparecido toque manual, el WhatsApp de la Edad Media, recientemente declarados Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Al poco tiempo de su finalización, recibimos la alegría de que SOS Mariola fue galardonado con el Premio Nacional de Educación Ambiental 2022, otorgado por el CENEAM (Centro Nacional de Educación Ambiental), perteneciente al Ministerio para Transición Ecológica y el Reto Demográfico, dotado con tres noches y cuatro días en el albergue nacional de Valsaín (Segovia). El proyecto se celebró por todo lo alto durante el transcurso del mismo, pero este reconocimiento fue el colofón a mucho tiempo de duro trabajo por parte de todo alumnado.

Cabe señalar también que otra característica importante del trabajo por aprendizaje-servicio es la continuidad de los proyectos en el tiempo. De nada sirve realizar un trabajo exitoso y presenciar su final al poco tiempo. Es por ello, que, en el presente curso escolar, y con la misma promoción de luchadores, más preparados para la causa que hace un año, se continuó SOS Mariola para conseguir hacer realidad tres ambiciosos productos finales. En primer lugar, y en colaboración con los trabajadores del parque natural de la Mariola, se recuperó una senda erosionada de tres kilómetros a causa de las malas praxis de los excursionistas, mediante la colocación de letreros, eliminando atajos creados y, nada más finalizado en trabajo, se diseñó y se llevó a cabo una campaña en los medios de comunicación para sensibilizar a la sociedad. En segundo lugar, azadas en mano, se reforestó una parte importante del parque natural con especies vegetales escasas en la zona, como el enebro, la madroño, el pino negro, la sabina, la carrasca… Y, por último, en colaboración con la Consejería de Medio Ambiente, se repoblaron algunas charcas del parque con gallipatos criados en el mismo colegio con mucho cariño. Aprovechamos una de estas excursiones para subir al campanario del santuario de Agres para visitar nuestra campana y vivenciar el orgullo de escucharla en directo para todo el pueblo.

En resumen, se logró vertebrar un trabajo en red donde valores como la compasión (empatía en acción), la afectividad, la solidaridad, el compromiso y la ética del cuidado fueron los actores principales. Y todo esto ha sido posible gracias a una metodología que deja en evidencia cualquier ley educativa: el aprendizaje-servicio. Un proyecto que surgió del corazón, se pensó con la cabeza y se ejecutó con las manos. Imposible que el resultado no fuera el obtenido.

Sobre Paco Pascual Solers

Maestro de Primaria. pacopascualsoler@gmail.com, Facebook: Paco Pascual Soler. Twitter e Instagram: @pacobort. Pinterest:@ppascual79. LinkedIn: Paco Pascual

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