“Mamá y si estamos encerrados, ¿No iremos al Planetario ni al Jardín Botánico?” Ésta y muchas otras preguntas parecidas llenas de incertidumbre las escuchamos muchos padres que educamos en casa por parte de nuestros hijos cuando empezó el confinamiento en marzo de 2020.
Para nosotros las ciudades y la oferta cultural privada e institucional han sido escenarios de aprendizaje y puntos de encuentro; lugares como el Planetario, el Jardín Botánico, bibliotecas públicas, museos y parques recreativos han sido significativos en el proceso de aprendizaje y socialización de nuestros hijos.
Quizás nosotros mismos no somos conscientes de todas nuestras cualidades y capacidades hasta que somos puestos a prueba, así encontramos en nuestras raíces culturales y valores hispanos elementos fundamentales para navegar en ese océano de inquietudes al que fuimos arrojados. Con la presencialidad clausurada muchas familias que escogimos la libertad educativa como forma de vida, teníamos un gran reto que resolver para llenar las necesidades de aprendizaje de nuestros hijos, al tiempo que buscábamos mitigar el impacto emocional que trajo el encierro para todos nosotros.
Algunas instituciones lentamente intentaron hacer clases virtuales sin mucho éxito y a medida que quedaban atrás los recuerdos de abrazos y se cerraban puertas, también vimos cómo se abrieron otras posibilidades. Queríamos transmitir en un formato virtual encuentros lúdicos, comprensivos, creativos, con contenido estructurante, interesante y valioso donde nuestros chicos no perdieran la conexión amable, orgánica y empática con las demás personas. Inicialmente algunos padres con formación en patrimonio cultural nos reuníamos semanalmente para planear actividades lúdicas de reconocimiento en torno a la importancia de la identidad cultural. La metodología empleada en esa primera actividad exitosa la aplicamos en otras áreas donde nuestros hijos nos hacían preguntas como “Mamá, ¿existieron los piratas?” o “¿Por qué hay nubes de tantas formas?” Fue en este punto donde decidimos contactar con expertos en diversos temas para responder a todas las inquietudes de nuestros hijos, dando así lugar a la creación de nuestros círculos de conocimiento de hoy en día.
Diseñamos un formato virtual dónde nuestros hijos podrían tener un espacio de aprendizaje adecuado a sus necesidades, cubriendo también sus intereses. Con esa valiosa herramienta pudimos navegar por el mundo del conocimiento con nuestros hijos, apoyándonos entre los padres que aunamos esfuerzos con ese propósito. En cuanto a nuestro nombre, Conocimundo, surgió en un juego de palabras durante el desayuno con mis hijos el 19 de marzo del 2020, día de San José. Lo recuerdo porque la fecha es muy significativa.
La experiencia irremplazable de formar un equipo de trabajo, planear un proyecto y ejecutarlo nos enriqueció muchísimo. Comprobamos que la unión hace la fuerza y que la organización asociada da muy buenos frutos. También aprendimos a gestionar la participación de invitados que conocieran los temas que buscábamos y al mismo tiempo logramos una interacción con los niños y sus muchas preguntas; de esa forma, el conocimiento ha llegado hasta nuestros hijos de la mano de expertos, investigadores y docentes universitarios.
Desde el inicio la solidaridad y la gratuidad han sido nuestro sello, dejando en claro a las familias que los retornos al beneficio recibido se hacen con colaboración y apoyo. Las noticias de nuestra novedosa propuesta llegaron a familias que educan en casa de Chile, México y Argentina, o que buscaban un complemento a los contenidos escolares en España y Perú; así sumamos ideas, propuestas, actividades, juegos, consultamos y sobre todo hicimos valiosas alianzas con instituciones de la Hispanosfera como Asociación Cultural Héroes de Cavite, Confederación Despertar Hispano y Fórum Internacional Monárquico en España, Centro Indiano en Chile, Capitán Perú, Comunidad Hispanista en Argentina, Colombia Hispánica y numerosos profesionales en distintas áreas como historiadores, ingenieros, escritores, abogados, filólogos, biólogos, etc. Para nosotros ha sido un honor que personas como Rafael Durán, Carlos Barrero, Lola Gutiérrez, Patricio Lons, Rafael Aita, Joaquín Corominas, Javier Sanmateo (q.e.p.d), Montserrat Claros, Juan Perez Foncea, Federico Santaella, Sergio Castiella, Diego de la Guardia y muchos más, se sumaran generosamente a nuestros encuentros contribuyendo con sus conocimientos a enriquecerlos; con ellos tenemos una deuda de gratitud junto a nuestro sincero cariño.
Conocimundo ha sido invitado en varias ocasiones a participar en programas radiales como Exploremos de RTVC en Colombia y El Despertador de la emisora Onda Capital de España. Allí nuestros hijos tuvieron la oportunidad de entrevistar al director del Museo de la Carrera de las Indias y compartieron su experiencia de ser educados en casa, encontrando que la Hispanidad es una cultura que traspasa las fronteras políticas y que ofrece muchas posibilidades de desarrollo. También nuestros chicos han participado en esta revista, Repensando la Educación, con artículos sobre temas de su interés que han investigado, encontrando la experiencia muy enriquecedora en cuanto al desarrollo de la lengua materna y la magnitud de su aprendizaje.
Recientemente creamos nuevos encuentros con contenidos pagos en lenguaje de programación, escritura creativa y debate argumentativo que sabemos enriquecerán mucho la formación de nuestros hijos.
Aquellas familias que quieran hacer parte de nuestra comunidad pueden encontrarnos en
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Sobre Mabel Sánchez Sánchez
Bogotana, colombiana, hispanoamericana. Madre educadora en casa, ingeniera de alimentos, fundadora de la comunidad Conocimundo de familias que educan en casa, cofundadora del programa Vida sin Cole Radio, mediadora cultural y gestora de proyectos de patrimonio cultural para familias que educan en el hogar.
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