Somos especie humana y mamífera. Y se nos olvida. Algo tan profundo y tan sencillo como ser conscientes de quiénes somos para ser conscientes también de nuestras necesidades más básicas como especie.
Una de las preguntas más frecuentes entre nosotras las mamás, es el famoso dilema ¿duermo con mi bebé? Y es impresionante el diálogo mental y social al respecto. Hay distintas posturas y debates, artículos, y la mayoría de lo que yo he leído en los últimos años y que apoyan a una crianza consciente por lo menos ya no condenan al colecho, lo aconsejan, pero dejan “el poder de decisión” en la mamá.
Si observamos a otras especies mamíferas, ¿encontramos que algunas madres mamíferas practican colecho con sus crías y otras los fuerzan a dormir solos, aunque la cría llore y se despierte muchas veces en la noche por miedo e inseguridad? ¿Verdad que es obvio que duerman con sus crías? ¿Verdad que en otras especies nos parece tan natural, tan obvio, necesario e incuestionable?
¿Por qué entonces cuando nosotras tenemos a nuestros bebés, no sabemos qué hacer y si sentimos que queremos dormir con ellos comenzamos a dudar y en ocasiones a sentirnos culpables?
Porque estamos muy desconectadas de lo que somos. Ya ni siquiera es obvio para nosotras mamás humanas mamíferas, lo que necesita nuestra propia especie para sobrevivir y crecer de manera segura y sana emocionalmente. Hemos olvidado quiénes somos y por ende cuáles son nuestras necesidades más básicas.
Entonces es hora de volver al principio, a nuestra esencia. Es momento de reconocer lo que somos. Pertenecemos al reino animal y somos parte de la naturaleza. La mente no anula nuestras necesidades básicas. El contacto de piel a piel, oler a mamá por la noche para sentir protección y poder dormir mejor, sentir el calor humano y protección de mamá, una caricia de mamá disponible en un segundo después de un microdespertar, poder beber leche materna cuando lo necesite sin tener que estar antes muy asustado y con miedo al despertar solo…, etc, son necesidades de todos los bebés humanos. Su crecimiento neuronal será más sano, su autoestima será mucho más sana, crecerá sintiéndose seguro lo que le permitirá ser un adulto independiente y seguro de sí mismo.
Pretender que la independencia se debe promover en la primera infancia no sólo es ilógico, sino dañino. La independencia sana se logra como resultado de haber tenido seguridad en la infancia, la etapa en la que se es dependiente de los cuidadores. Ninguna otra especie mamífera comete los mismos errores que nosotros en este aspecto. Cuando una mamá leona, o tigre, o mamá oso tienen que animar a sus crías a que conquisten algún miedo como quizá sea poder subir una loma pequeña, siempre es con su presencia, con su ejemplo, cerca, hasta con caricias y besos. Se nos ha olvidado también y hemos dejado de observar todo el amor, abrazos, caricias y besos que otros mamíferos les dan a las crías.
Los animales también crían con amor y con “consciencia” o por lo menos en armonía con su naturaleza y sus necesidades mamíferas. Y duermen juntos por las noches. Acurrucaditos.
Es lo más natural y tierno del mundo, ¿verdad?
Pues es lo mismo para nosotros los seres humanos. El colecho no es decisión de mamá. Es un deber de cualquier mamá mamífera darle a sus bebés lo que por naturaleza mamífera necesitan. Es una tristeza que esta postura en ojos de varias perspectivas se etiquete de radical, cuando en realidad lo más radical es no reconocer que somos mamíferos y olvidar o negar esta verdad irrefutable.
Entre más conciencia tengamos de que somos parte de un todo, que somos seres pensantes, espirituales, y mamíferos, la mayoría de los debates internos referentes a nuestro estilo de crianza se resuelven. Las dudas desaparecen, la convicción regresa, la intuición maternal toma más fuerza, la sabiduría ancestral que compartimos con otras especies mamíferas regresa.
Te invito a que la próxima vez que tengas alguna duda de qué hacer en tu crianza, sin minimizar tu parte humana, trata de dejar a un lado al intelecto -que muchas veces está contaminado de mucha programación mental y condicionamiento social dañino- y pregúntate: “¿Qué haría mamá elefante/leona/oso en mi lugar?”. Escucha la respuesta en tu corazón y te sorprenderá lo que recibes.
Deseo que el camino en tu crianza mamífera sea cada día más armonioso y más ligero.
Sobre Lucía Siwy
Soy mamá de tres hijos, una hermosa hija en la Tierra y dos hijos en el Cielo.
Ver todas las entradas de Lucía SiwyMe he formado en Crianza Consciente, soy Consultora en Duelo Gestacional, Perinatal y Neonatal, y también soy Violinista profesional.
Mis recursos de crianza incluye el Taller para mamás CONECTA CON TUS HIJOS para crear una revolución en la conciencia basada en más conexión con nuestra esencia mamífera, esencia del alma y conexión con nuestros hijos. Soy pionera en cocrear la Musicoterapia de Amor Incondicional para profundizar instantáneamente la conexión entre mamá e hijos a la hora de dormir. Para el duelo ofrezco consulta de acompañamiento y círculos de sanación con musicoterapia.
Soy Luz, soy amante y defensora de la Verdad, soy Mujer Empoderada, soy hermana, soy esposa, soy hija, soy madre. Y sobre todo, soy HUMANA.
Instagram: @canciones.crianza luciasiwy.com