Saturday, July 12Revista digital ISSN 2744-8754

Fomento del espíritu emprendedor digital y tecnológico, en el ámbito educativo

El emprendimiento digital y tecnológico se ha convertido en uno de los motores esenciales para el desarrollo económico y social en la era contemporánea y en plena transformación industrial. No solo se limita al saber implementar los conocimientos técnicos para formular o desarrollar un producto o servicio digital o tecnológico, sino que conlleva un gran desafío para trabajar desde el ser, para luego saber hacer. Es aquí donde la educación adquiere un papel crucial al fomentar este espíritu emprendedor, creando escenarios que propicien la innovación y la creatividad desde las primeras etapas de formación. Para lograr esto, es fundamental integrar metodologías de emprendimiento con herramientas pedagógicas eficaces, promoviendo un entorno que inspire y capacite a los estudiantes para convertirse en emprendedores que logran identificar su propósito y conocer los grandes retos a los cuales se exponen en su quehacer.


Emprendimiento digital y tecnológico
Para iniciar, cabe mencionar que el emprendimiento digital y tecnológico se centra en la creación y desarrollo de negocios que aprovechan las tecnologías digitales y las innovaciones tecnológicas para ofrecer productos o servicios novedosos. Con frecuencia se crean modelos de negocio disruptivos que desafían y transforman industrias tradicionales, los emprendedores logran alcanzar mercados globales con relativa facilidad, como es el caso de las plataformas en línea y las aplicaciones móviles que pueden ser distribuidas y escaladas a nivel mundial. Los emprendedores digitales pueden probar, iterar y mejorar sus productos y servicios rápidamente, gracias a la retroalimentación en tiempo real y a las capacidades de desarrollo ágil.

Etapas del Emprendimiento Digital y Tecnológico
Es preciso anotar algunas de las principales etapas al momento de estructurar y llevar a cabo un emprendimiento, las cuales son la base y punto de partida para la realización de acciones que contribuyen de manera notable en la implementación y maduración de un producto o servicio. A continuación, se mencionan algunas etapas:

1. Identificación de la Oportunidad o de las necesidades: Detectar una necesidad del sector, implica realizar una investigación de mercado y análisis de tendencias, para así partir sobre situaciones reales susceptibles a ser resueltas y/o solucionadas.
2. Conocimiento del segmento de usuarios: Distinguir y analizar de manera práctica y detallada, las preferencias, comportamientos y características de los usuarios, permite obtener mayor conocimiento de las personas a quien se va a dirigir la solución.
3. Desarrollo de la Idea y Prototipo: Convertir la idea en un concepto tangible. Esto incluye la creación de prototipos y el desarrollo de un MVP (Minimum Viable Product) o en español PMV (Producto Mínimo Viable). “Construir un PMV y completar el ciclo Construir-medir-aprender, exige la colaboración de varias disciplinas de una empresa” (Pag.120.Visual thinking, Brand Willemien. 2017. Una de las principales ventajas se basa en experimentar y equivocarse con rapidez y así adquirir nuevos aprendizajes, que serán el insumo clave para la siguiente versión de la solución con las mejoras aplicadas.
4. Validación: Esta etapa es de gran importancia, porque se somete el prototipo a evaluación en el mercado real, recolectando un feedback de los usuarios para luego realizar los ajustes necesarios. Herramientas o instrumentos como sondeos, entrevistas, análisis de uso y pruebas, permiten escuchar y entender lo que piensan y sienten los usuarios y como es su experiencia con la solución presentada.
5. Lanzamiento: Introducir el producto o servicio en el mercado. Esta fase incluye estrategias de marketing y ventas para atraer y fidelizar usuarios.
6. Escalabilidad y Crecimiento: Optimizar y expandir el negocio, asegurando que la infraestructura y los procesos puedan soportar el crecimiento. Esto puede implicar la búsqueda de financiamiento adicional, la ampliación del equipo o apertura de nuevos productos/servicios.

Habilidades Clave para el Emprendimiento Digital y Tecnológico

Ahora bien, no solo se trata de saber y conocer cómo realizar la estructuración de un emprendimiento digital o tecnológico y como llevarlo a cabo, es de vital importancia, el fortalecimiento y desarrollo de habilidades, que se van implementando durante sus diferentes etapas. Entre estas, se encuentran:

1. Conocimientos Técnicos transversales, tales como la programación, desarrollo de software, ciberseguridad, y análisis de datos es fundamental.
2. Pensamiento Analítico y Datos, con lo cual se trabaja en la interpretación e implementación de datos para tomar decisiones y optimizar productos y servicios.
3. Innovación y Creatividad: Capacidad para desarrollar soluciones novedosas a problemas existentes. La creatividad es un tipo de pensamiento divergente que logra asociar diversas ideas. “El pensamiento creativo no es un talento, es una habilidad que puede ser aprendida. Motiva a la gente al añadir fuerza a su habilidad natural, la cual mejora el trabajo en equipo, la productividad y, cuando sea procedente, las ganancias” Eduard de bono.
4. Gestión de Proyectos: Esta habilidad se enfoca en la planificación, implementación y seguimiento, asegurando que se cumplan los objetivos dentro de los plazos establecidos y que el presupuesto se vaya cumpliendo. Asimismo, se detectan los posibles riesgos donde algunos se previenen y otros se mitigan.
5. Conocimientos en Marketing Digital: Comprensión de estrategias de marketing en línea, posicionamiento de marcas, publicidad en redes sociales, y marketing de contenidos para promover productos y servicios.
Si estas habilidades se lograran potenciar con el tiempo y las experiencias vividas, permitirían un fortalecimiento notable, en estudiantes emprendedores, quienes tendrían otra manera de concebir la vida, aprendiendo de las fallas, la resolución de problemas y estarían dispuestos a adquirir nuevos retos.


Características del espíritu emprendedor

Cuando hablamos del espíritu emprendedor, hacemos referencia a una mentalidad y actitud, que se destaca por la capacidad de identificar oportunidades, asumir riesgos calculados, y estar dispuesto a innovar y crear valor. Las personas con espíritu emprendedor suelen tener una fuerte motivación para transformar ideas en realidades tangibles, enfrentar desafíos con creatividad y persistencia, y buscar soluciones que aporten mejoras significativas en diversos contextos, ya sea en el ámbito empresarial, social o personal. El espíritu emprendedor no es exclusivo de los empresarios. Puede generarse en cualquier persona, independientemente de su rol o contexto, y es altamente valorado en múltiples sectores, ya que impulsa la innovación, el desarrollo económico y el progreso social. En el ámbito educativo, fomentar el espíritu emprendedor significa equipar a los estudiantes con las habilidades, conocimientos y actitudes necesarias para que puedan ser agentes de cambio y líderes en sus futuras carreras, entornos laborales y comunidades.

Las principales características del espíritu emprendedor se centran en la Proactividad (iniciativas para tomar acciones), en donde no se espera a que las situaciones sucedan, sino al contrario se enfoca en la actitud dinámica para ser propositivo y pensar mas allá de lo evidente. Pensamiento Crítico y Resolución de Problemas, entendida como la habilidad para analizar situaciones, evaluar alternativas y tomar decisiones informadas para resolver problemas y superar desafíos. Tolerancia al riesgo, en donde se cuenta con una disposición clara para asumir riesgos calculados, aceptando que el fracaso es parte del proceso de aprendizaje y crecimiento y es una oportunidad de mejora. Otra característica primordial es el Liderazgo, en el cual se logra guiar e inspirar a otros fomentando la colaboración y el trabajo en equipo para alcanzar objetivos comunes. La Orientación a Resultados, genera una perspectiva y visión centrada en el logro y cumplimiento de metas y objetivos específicos. Y finalmente la Resiliencia, adquiriendo capacidad para recuperarse y adaptarse frente a los fracasos y obstáculos, manteniendo el enfoque en los objetivos a largo plazo.
Teniendo en cuenta la definición y etapas de un emprendimiento digital y tecnológico, sus habilidades clave y las características del espíritu emprendedor, es pertinente enlazar estos factores para lograr definir ¿Qué estrategias podríamos implementar para incentivar el espíritu emprendedor en entornos educativos? Antes de las estrategias es fundamental reconocer y profundizar sobre las tendencias, las herramientas y metodologías pedagógicas existentes, que aportan un gran valor al aprendizaje y se proyectan en la innovación educativa, para luego si identificar cuáles pueden ser más pertinentes y propicias, ajustándose a las necesidades particulares. Algunas de las estrategias propuestas son:

1. Integración de Contenidos Digitales y Tecnológicos en el Currículo

Asignaturas y Cursos Especializados: Incluir asignaturas específicas sobre programación, desarrollo de aplicaciones, ciberseguridad, inteligencia artificial y análisis de datos desde los niveles educativos más tempranos.
Uso de herramientas digitales: Emplear recursos didácticos y tecnológicos para estimular el aprendizaje, tales como realidad aumentada, realidad virtual, videojuegos, instrumentos colaborativos en línea, recursos pedagógicos con inteligencia artificial, entre otros.
Contenidos Transversales: Integrar conceptos de tecnología y digitalización en asignaturas tradicionales, como matemáticas, ciencias y estudios sociales, para mostrar la aplicabilidad de la tecnología en diversos campos.

2. Metodologías Activas y Participativas

Aprendizaje Basado en Proyectos (PBL): Implementar proyectos donde se fomente a los estudiantes a trabajar en equipo para crear soluciones tecnológicas a problemas reales, fomentando la aplicación práctica de conocimientos teóricos.
Hackathon y concursos de Innovación: Organizar eventos y actividades, donde los estudiantes puedan trabajar de manera inmersiva en la creación de prototipos o soluciones tecnológicas, favoreciendo la creatividad a través de equipos multidisciplinares y partiendo de necesidades reales, ya sean al interior de la institución, en el sector donde viven, barrios y localidades. Dichos proyectos que se formulen, pueden contemplar la posibilidad de recibir apoyo y financiación para llevarlas a cabo, siempre y cuando sean viables y factibles. Para esta estrategia se puede incorporar diferentes materias que se verán reflejadas en el producto final.

3. Espacios de creatividad, Innovación y Laboratorios Tecnológicos

Adecuar espacios con equipados, herramientas tecnológicas como impresoras 3D, kits de robótica y software de diseño, donde los estudiantes puedan experimentar y desarrollar sus propios proyectos.
Aulas Virtuales y Plataformas de Aprendizaje Online donde se ofrezcan cursos y recursos sobre tecnologías emergentes y habilidades digitales.

4. Formación y Capacitación Docente

Programas de Actualización y nuevos aprendizajes: Ofrecer programas de formación continua para los docentes en áreas de tecnología y emprendimiento, asegurando que estén al día con las últimas tendencias y herramientas.
Redes de Colaboración: Fomentar la creación de redes y comunidades de práctica entre docentes para compartir experiencias y mejores prácticas en la enseñanza del emprendimiento digital.

5. Mentoría y Redes de Apoyo

Procesos de Mentoría: Diseñar o adquirir programas de mentoría donde profesionales y emprendedores tecnológicos puedan guiar y asesorar a los estudiantes en el desarrollo de sus proyectos, conformando laboratorios o centros de entrenamiento.
Sinergias con Empresas y Startups: Establecer alianzas estratégicas con empresas tecnológicas y/o startups para facilitar pasantías, proyectos colaborativos y oportunidades de networking para los estudiantes.

6. Implementar metodologías de emprendimiento en la educación

Metodologías como el Design Thinking y el Lean Startup son excelentes puntos de partida. El Design Thinking permite a los estudiantes abordar problemas complejos mediante la empatía, la definición del problema, la ideación, la creación de prototipos y la prueba de soluciones. Una vez se obtiene un resultado se continua aprendiendo y genera nuevos aprendizajes, como lo menciona Tim Brown“Lo verdaderamente relevante en el Design Thinking no es pensar qué construir, sino construir para pensar”. Por otro lado, el Lean Startup enseña a los estudiantes a validar sus ideas de negocio a través de la experimentación, la retroalimentación constante y la iteración rápida. El lean Startup se concibe como una metodología enfocada en la “Capacidad de distinguir entre lo que realmente genera valor a nuestros clientes y lo que supone un derroche o desperdicio”. Pag. 12. Comisión de apouo a emprendedores y empresarios. EXECyL. “Emprendedor: qué debes saber sobre…Lean Startup”. 2014

Para finalizar, fomentar el espíritu emprendedor en el ámbito educativo es fundamental para motivar y preparar a los estudiantes a superar los desafíos digitales y tecnológicos del entorno social, laboral, cultural, familiar, entre otros. Este proceso no solo implica ayudar a potenciar sus habilidades técnicas como la programación, el desarrollo de software y la ciberseguridad, sino también estimular el desarrollo de sus habilidades fundamentales para la vida como la creatividad, la proactividad, la tolerancia al riesgo y la resiliencia. De igual manera, al integrar metodologías activas y participativas, se crea un entorno propicio para que se gesten emprendedores innovadores y capaces. Dichos ambientes estimulan el aprendizaje basado en tendencias de alto impacto, promoviendo así que la educación pueda ser entretenida incentivando así la participación e interés de la comunidad estudiantil. En cuanto a las estrategias propuestas en esta publicación, pueden ser el punto de inicio de muchas más alternativas para lograr que la educación tradicional logre una alta contribución a la innovación educativa, a través de la concepción e implementación de herramientas y metodologías para un aprendizaje participativo y de pensamiento crítico. Al asociar estas estrategias con herramientas pedagógicas modernas y alianzas con el sector empresarial, podemos garantizar que los estudiantes y cuerpo docente, no solo aprendan a identificar oportunidades y desarrollar ideas, sino que también adquieran la confianza y las habilidades necesarias para convertir esas ideas en realidades tangibles y exitosas. Así, la educación no solo se convierte en un motor de desarrollo personal y profesional, sino también en un catalizador para el progreso económico y social por medio del emprendimiento digital y tecnológico.

Sobre Ivonne Andrea Jiménez

Diseñadora Industrial
Esp. Gerencia de mercadeo
Fundadora Apize Consulting.
@apizeconsulting
www.apize.co

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